FUNCIONES Y RESPONSABILIDADES DE UN GRUPO AUDITOR
AUDITORÍA
4ta GENERACIÓN
JOSÉ ANTONIO CADENA
VÁZQUEZ
MAESTRÍA EN SEGURIDAD Y
SALUD EN EL TRABAJO
FUNCIONES
Y RESPONSABILIDADES DE UN GRUPO AUDITOR
La auditoría se
caracteriza por depender de varios principios. Estos principios deberían ayudar
a hacer de la auditoría una herramienta eficaz y fiable en apoyo de las
políticas y controles de gestión, proporcionando información sobre la cual una
organización puede actuar para mejorar su desempeño.
La adhesión a esos
principios es un requisito previo para proporcionar conclusiones de la
auditoría que sean pertinentes y suficientes, y para permitir a los auditores,
que trabajan independientemente, alcanzar conclusiones similares en
circunstancias similares.
Los principios de la auditoría son los siguientes:
a) Integridad: el fundamento de la profesionalidad
Los auditores y las
personas que gestionan un programa de auditoría deberían:
— desempeñar su
trabajo de forma ética, con honestidad y responsabilidad;
— emprender
actividades de auditoría sólo si son competentes para hacerlo;
— desempeñar su
trabajo de manera imparcial, es decir, permanecer ecuánimes y sin sesgo en todas
sus acciones;
— ser sensibles a
cualquier influencia que se pueda ejercer sobre su juicio mientras lleva a cabo
una auditoría.
b) Presentación
imparcial: la obligación de informar con veracidad y exactitud
Los hallazgos,
conclusiones e informes de la auditoría deberían reflejar con veracidad y
exactitud las actividades de auditoría. Se debería informar de los obstáculos
significativos encontrados durante la auditoría y de las opiniones divergentes
sin resolver entre el equipo auditor y el auditado. La comunicación debería ser
veraz, exacta, objetiva, oportuna, clara y completa.
c) Debido cuidado
profesional: la aplicación de diligencia y juicio al auditar
Los auditores
deberían proceder con el debido cuidado, de acuerdo con la importancia de la
tarea que desempeñan y la confianza depositada en ellos por el cliente de la
auditoría y por otras partes interesadas. Un factor importante al realizar su
trabajo con el debido cuidado profesional es tener la capacidad de hacer
juicios razonados en todas las situaciones de la auditoría.
d) Confidencialidad:
seguridad de la información
Los auditores
deberían proceder con discreción en el uso y la protección de la información adquirida
en el curso de sus tareas. La información de la auditoría no debería usarse inapropiadamente
para beneficio personal del auditor o del cliente de la auditoría, o de modo
que perjudique los intereses legítimos del auditado. Este concepto incluye el
tratamiento apropiado de la información sensible o confidencial.
e) Independencia: la
base para la imparcialidad de la auditoría y la objetividad de las conclusiones
de la auditoría
Los auditores
deberían ser independientes de la actividad que se audita siempre que sea
posible, y en todos los casos deberían actuar de una manera libre de sesgo y
conflicto de intereses. Para las auditorías internas, los auditores deberían
ser independientes de la función que se audita, si es posible. Los auditores
deberían mantener la objetividad a lo largo del proceso de auditoría para asegurarse
de que los hallazgos y las conclusiones de la auditoría están basados sólo en
la evidencia de la auditoría.
Para las
organizaciones pequeñas, puede que no sea posible que los auditores internos
sean completamente independientes de la actividad que se audita, pero deberían
hacerse todos los esfuerzos para eliminar el sesgo y fomentar la objetividad.
f) Enfoque basado en
la evidencia: el método racional para alcanzar conclusiones de la auditoría fiables
y reproducibles en un proceso de auditoría sistemático
La evidencia de la
auditoría debería ser verificable. En general debería basarse en muestras de la
información disponible, ya que una auditoría se lleva a cabo durante un periodo
de tiempo delimitado y con recursos finitos. Debería aplicarse un uso apropiado
del muestreo, ya que está estrechamente relacionado con la confianza que puede
depositarse en las conclusiones de la auditoría.
g) Enfoque basado en
riesgos: un enfoque de auditoría que considera los riesgos y oportunidades
El enfoque basado en
riesgos debería influir sustancialmente en la planificación, la realización y
la presentación de informes de auditoría a fin de asegurar que las auditorías
se centran en asuntos que son importantes para el cliente de la auditoría y
para alcanzar los objetivos del programa de auditoría.
Las personas
responsables de la gestión del programa de auditoría deberían designar a los
miembros del equipo auditor, incluyendo al líder del equipo y a cualquier
experto técnico necesario para la auditoría específica.
Un equipo auditor
debería seleccionarse teniendo en cuenta las competencias necesarias para
alcanzar los objetivos de la auditoría individual dentro del alcance definido.
Si sólo hay un auditor, el auditor debería realizar todas las tareas aplicables
a un líder de equipo auditor.
Para asegurar la
competencia global del equipo auditor, deberían llevarse a cabo los siguientes
pasos:
— la identificación
de la competencia necesaria para lograr los objetivos de la auditoría;
— la selección de los
miembros del equipo auditor, de tal manera que la competencia necesaria esté presente
en el equipo auditor.
Al decidir el tamaño
y la composición del equipo auditor para una auditoría específica, debería considerarse
lo siguiente:
a) la competencia
global del equipo auditor necesaria para lograr los objetivos de la auditoría, teniendo
en cuenta el alcance y los criterios de la auditoría;
b) la complejidad de
la auditoría;
c) si la auditoría es
una auditoría combinada o conjunta;
d) los métodos de
auditoría seleccionados;
e) asegurar la
objetividad e imparcialidad para evitar cualquier conflicto de intereses en el
proceso de auditoría;
f) la capacidad de los
miembros del equipo auditor para trabajar e interactuar eficazmente con los representantes
del auditado y las partes interesadas pertinentes;
g) las cuestiones
externas/internas pertinentes, como el idioma de la auditoría, y las
características sociales y culturales del auditado. Estas cuestiones pueden
tratarse a través de las habilidades propias del auditor, o bien a través del
apoyo de un experto técnico, considerando también la necesidad de intérpretes;
h) el tipo y la
complejidad de los procesos a auditar.
Cuando proceda, las
personas responsables de la gestión del programa de auditoría deberían
consultar con el líder del equipo sobre la composición del equipo auditor.
Si los auditores del
equipo auditor no cubren la competencia necesaria, los expertos técnicos con competencia
adicional deberían estar disponibles para apoyar al equipo.
Los auditores en
formación pueden incluirse en el equipo auditor, pero deberían participar bajo
la dirección y orientación de un auditor.
Durante la auditoría
pueden ser necesarios cambios en la composición del equipo auditor, por
ejemplo, si surge un conflicto de intereses o un problema de competencia. Si
surge una situación así, debería resolverse con las partes apropiadas (por
ejemplo, el líder del equipo auditor, las personas responsables de la gestión
del programa de auditoría, el cliente de la auditoría o el auditado) antes de que
se realice cualquier cambio.
El líder del equipo
auditor, consultando con el equipo auditor, debería asignar a cada miembro del equipo
la responsabilidad para auditar procesos, actividades, funciones o lugares
específicos y, según sea apropiado, la autoridad para la toma de decisiones.
Tales asignaciones deberían tener en cuenta la imparcialidad, la objetividad y
la competencia de los auditores y el uso eficaz de los recursos, así como los
diferentes roles y responsabilidades de los auditores, los auditores en
formación y los expertos técnicos.
El líder del equipo
auditor debería realizar reuniones del equipo auditor, cuando sea apropiado,
para distribuir las asignaciones de trabajo y decidir los posibles cambios. Los
cambios en las asignaciones de trabajo pueden hacerse a medida que la auditoría
se va llevando a cabo para asegurar el logro de los objetivos de la auditoría.
FUNCIONES Y
RESPONSABILIDADES Y HABILIDADES DE UN AUDITOR.
FUNCIONES
Y RESPONSABILIDADES:
Haber recibido
formación en auditorías.
Ser independiente con
relación al área auditada.
Planificar la
auditoría y elaborar los documentos de trabajo.
Permanecer dentro del
alcance de la auditoría.
Verificar que los
procedimientos estén a disposición y sean comprendidos por el personal apropiado.
Documentar sus
observaciones.
Tratar la información confidencial con la discreción (por ejemplo: remuneración de los
trabajadores, investigaciones de mercado, documentos financieros, pronósticos
de ventas, etc.)
Resaltar las
no conformidades.
Reportar los
resultados de la auditoría.
Recomendar mejoras.
Verificar la
implementación de acciones correctivas.
FUNCIONES
Y RESPONSABILIDADES DEL LÍDER DEL EQUIPO AUDITOR:
El líder del equipo
auditor dirige este equipo y tiene las siguientes responsabilidades
adicionales:
Definir los objetivos
de las auditorías y su alcance, profundidad y tipo.
Revisar la
documentación existente para determinar su suficiencia.
Preparar el plan general
de auditoría, dirigir el equipo auditor y asignar deberes a los auditores.
Coordinar las actividades
de los auditores especialistas, si re requieren.
Reportar cualquier
obstáculo importante encontrado al ejecutar la auditoría.
Reportar no
conformidades críticas.
Presentar
el reporte de auditoría.
FUNCIONES GENERALES:
Estudiar la normatividad, misión, objetivos, políticas, estrategias, planes y programas de trabajo.
Desarrollar el programa de trabajo de una auditoría.
Definir los objetivos, alcance y metodología para instrumentar una auditoría.
Captar la información necesaria para evaluar la funcionabilidad y efectividad de los procesos, funciones y sistemas utilizados.
Recabar y revisar estadísticas sobre volúmenes y cargas de trabajo.
Detectar los hallazgos y evidencias e incorporarlos a los papeles de trabajo.
Respetar las normas de actuación dictadas por los grupos de filiación, corporativos, sectoriales o instancias normativas y, en su caso, globalizadoras. Proponer los sistemas administrativos y/o las modificaciones que permitan elevar la efectividad de la organización.
Diseñar y preparar los reportes de avance e informes de una auditoría.
OPINIÓN:
Un auditor
debe ser una persona con la experiencia necesaria para detectar cualquier
problema que pueda surgir en la empresa, evaluar la información
detalladamente y buscar una solución efectiva. Además, debe ceñirse a
los códigos de conducta con sus clientes.
Un aspecto primordial
del que depende en gran medida el éxito de una auditoría de calidad son las competencias
y habilidades esenciales de un auditor.
Las auditorías
internas permiten tener un seguimiento de nuestro Sistema de Gestión implantado
en nuestra organización, de manera tal que, nos permita realizar el adecuado
mantenimiento del mismo.
El éxito de la misma
en cumplir con sus objetivos, dependerá de las competencias concretas
que reúna el equipo auditor encargado de realizarla.
Cuando hablamos de
competencias y habilidades esenciales de un auditor, no sólo nos referimos al conjunto
de conocimientos que el auditor posee, sino también a la propia experiencia con
la que el mismo ya cuenta, así como, a
aquellas características personales que le hacen proclive para el
trabajo que desempeña al fomentar con las mismas los principios básicos de toda
auditoría.
Debe mostrar
imparcialidad, sinceridad y honestidad en todo momento del proceso de la
auditoría.
Tener discreción total
en los asuntos y materias revisadas durante dicho proceso, respetando en todo momento
la máxima de confidencialidad de la organización.
Ha de ser una persona
comprensible y abierta a aceptar diferentes visiones alternativas considerando,
para ello, la aportación de nuevas ideas propuestas.
Mantener cierta
distancia y diplomacia en el trato con las diferentes personas con las que ha
de tratar durante la realización de la auditoría.
Tener firmeza en las
decisiones tomadas en todo momento. Con esto, nos referimos a que a la hora de redactar
su informe final con la valoración de la auditoría no debe negociar con la
organización la consideración de ciertas inconformidades, sino que, debe
incluir todo aquello que considera necesario en el informe, a pesar de que ello
le lleve a desacuerdos con la organización auditada en cuestión por no querer
esta última aceptar tal informe.
Debe ser una persona
muy observadora, con capacidad de que los pequeños detalles no se le pasen por alto.
Ha de tener la
capacidad de entender diferentes situaciones y ser consciente de las mismas.
Ser una personal
versátil, en el sentido de que sepa amoldarse a diferentes entornos y contextos
con facilidad.
Se recomienda que las
auditorías internas las realice un equipo auditor conformado por dos
personas. A una se le pueden asignar los deberes del auditor líder y la
labor de hacer las preguntas, mientras que la otra puede escribir las observaciones
y recolectar la evidencia objetiva. Esto no significa que tengan que estar
limitados a estas funciones, pero un buen equipo de auditoría puede hacer el
proceso de auditoría más eficiente.
BIBLIOGRAFIA:
Norma Internacional ISO 19011 Directrices para la
auditoría de los sistemas de gestión
Competencias y habilidades esenciales de un
auditor de calidad
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