FENÓMENOS PERTURBADORES

 

PROTECCIÓN CIVIL Y RIESGOS DEL DESASTRE


4ta GENERACIÓN



JOSÉ ANTONIO CADENA VÁZQUEZ


MAESTRÍA EN SEGURIDAD Y SALUD EN EL TRABAJO


Cuadro Comparativo


En este contexto, la vulnerabilidad puede definirse como la capacidad disminuida de una persona o un grupo de personas para anticiparse, hacer frente y resistir a los efectos de un peligro natural o causado por la actividad humana, y para recuperarse de los mismos.


Ensayo


Introducción

Los desastres en México tienen un saldo negativo en términos de vidas humanas, daños materiales y pérdidas económicas considerables.  Si bien en los últimos años el número de víctimas fatales ha logrado reducirse notablemente, el monto del impacto económico ha crecido notablemente. 

En México, la función de protección civil no es nueva. Muchas de las grandes obras de la época prehispánica y colonial, específicamente las hidráulicas, se realizaron para proteger a los habitantes de los desastres provocados por inundaciones y huracanes.

En el México independiente, el estado reconoció desde un principio la importancia de la protección civil y procuró atenderla, aunque de manera parcial, fragmentaria, a través de las atribuciones de las nacientes secretarías.

Desarrollo

A partir de las consecuencias de los sismos de 19 y 20 de septiembre de 1985 en la ciudad de México, se establece y desarrolla la política de protección civil en nuestro país.

El epicentro de este sismo se ubicó en el Océano Pacífico, frente a las costas del estado de Michoacán, muy cerca del puerto “Lázaro Cárdenas”, a las 7:17:48 a.m., tiempo del centro y llegó a la ciudad de México a las 07:19 a.m., con una magnitud de 8.1° en la escala de Richter.

Estos sismos, que han sido objeto de diversos análisis y contribuciones por estudios de los desastres, marcaron profundamente a la sociedad mexicana por la magnitud de la catástrofe.

Varios aspectos influyeron para que el desastre telúrico fuera uno de los más severos que haya afectado una gran urbe: dos terremotos de elevada magnitud (8.1 y 7.5 en la escala Richter con un intervalo de apenas 24 horas); la interrupción brusca de los sistemas vitales, especialmente el de las comunicaciones que aislaron a la ciudad de México del resto del mundo; la dispersión geográfica de los edificios e infraestructura dañada y la inaccesibilidad de los puntos de desastre debido a los escombros. A todo este se sumó la poca experiencia para la realización de tareas que requerían el más alto nivel de coordinación debido a la complejidad del desastre.

Nuestro país por su estructura geográfica y morfológica es susceptible de la presencia de diversos fenómenos perturbadores que han originado una serie de desastres históricos; resaltan como más significativos los siguientes:

•    Erupción del volcán Chichonal en Chiapas 1982.
•    Explosión de tanques de almacenamiento de gas en San Juan Ixhuatepec, Estado de México en 1984.
•    Sismos del 19 y 20 de Septiembre de 1985 en la ciudad de México.
•    Huracán Gilbert en 1988.
•    Incendio forestal de Quintana Roo en 1988 afectando gravemente la ecología, la fauna y medio ambiente.
•    Explosión en la ciudad de Guadalajara Jalisco en 1992.
•    Huracán Paulina en las costas de Guerrero y Oaxaca en 1997.
•    Inundaciones en Tabasco en 1999
•    La inundación de Tabasco y Chiapas de 2007

Como respuesta a la necesidad de contar con un sistema integral, el 6 de Mayo de 1986 en el Diario Oficial de la Federación se publicó el documento “Bases para el Establecimiento del Sistema Nacional de Protección Civil” , éste afirma que el Sistema Nacional de Protección Civil se constituye como un agente regulador y se concibe como un conjunto orgánico y articulado de estructuras, relaciones fundamentales, métodos y procedimientos que establecen las dependencias y entidades del sector público entre sí y con las organizaciones de los diversos grupos sociales y privados, así como con las autoridades de los estados y municipios, a fin de efectuar acciones de común acuerdo destinadas a la protección de los ciudadanos contra los peligros y riesgos que se presentan en la eventualidad de una calamidad y cuyo objetivo principal es proteger a las personas ante la presencia de un desastre provocado por agentes naturales o humanos, a través de acciones que reduzcan la pérdida de vidas humanas, la destrucción de bienes materiales y el daño a la naturaleza, así como la interrupción de las funciones para el desarrollo de la sociedad.

En Tabasco se han tenido diversos avances con un parteaguas importante, las inundaciones del 2007 en el Estado. En este entonces la Coordinación Estatal de Protección Civil, contaba con la asesoría del Programa de Manejo de Riesgos del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) quien apoyó en el diseño y elaboración del Plan Maestro de Protección Civil Estatal, trabajaron en los municipios para armonizar los planes municipales en este tema.

 

Las inundaciones en Tabasco y la respuesta

De septiembre a octubre se registraron lluvias atípicas en los estados de Veracruz, Tabasco y Chiapas, la combinación del Frente Frío no. 4, una baja presión vinculada a la Tormenta Tropical “Noel”, generó a partir del 22 de octubre 2007 un sistema de lluvias constantes sobre el área de Tabasco y Chiapas. El efecto de este sistema de lluvias intensas y constantes, por encima de las medias históricas observadas, fue amplio asimismo en su cobertura geográfica, abarcando a varias islas del Caribe y a varios países centroamericanos En el caso de México el impacto de daños y pérdidas asociadas a estas lluvias fue especialmente severo en Tabasco. Las severas, extraordinarias y, en buena medida, no previsibles inundaciones ocurridas y que rebasaron en su salida al mar a municipios de Veracruz, son la resultante compleja de una amenaza incrementada, por encima de los niveles históricos registrados, con un período de retorno no considerado en los escenarios de amenaza existentes. Tal amenaza se concretó en un desastre que superó en magnitud, intensidad y características al evento extremo que se tenía como referencia próxima anterior que fueron las inundaciones de 1999.

Ante ello se activaron mecanismos de emergencia y respuesta de manera expedita y eficaz, tanto por las autoridades del estado como de la Coordinación General de Protección Civil de la Federación y en el marco del DN 3, conforme a procedimientos bien establecidos y operativamente eficientes del país. 

Dada la magnitud del evento el país aceptó la colaboración internacional tanto en Tabasco como en Chiapas y se montó un equipo interagencial de Naciones Unidas al efecto.  Posteriormente el gobierno del estado y la presidencia municipal de Villahermosa solicitaron una evaluación a CEPAL.  La misma se coordinó con CENAPRED y se buscó el apoyo del sistema de Naciones Unidas.

Las lluvias intensas y las consecuentes inundaciones ocurridas en el estado a consecuencia de los fenómenos meteorológicos que se presentaron entre el 22 y 29 de octubre de 2007 causaron estragos inéditos en el estado, si bien, felizmente no hubo registro de decesos directamente asociadas al evento.

Los impactos en términos de daños (acervo, patrimonio, bienes, estructuras construidas, capital natural afectado) y las pérdidas (en términos de producción, ingresos, empleo, medios y calidad de vida con impactos diferenciales entre mujeres y hombres), erogaciones estatales y privadas en la emergencia, alteración de balances fiscales de los distintos órdenes de gobierno y requerimientos de flujos de gasto para la compensación a sectores sociales desprotegidos, y de inversión para la rehabilitación y reconstrucción resultan asimismo sin precedente en el estado.  Los montos indicados apuntan a la severidad de las consecuencias sobre la totalidad de la población del estado. 

La cifra total de daños y pérdidas ha de tomarse como una evaluación integral, de todos los sectores, actividades y estratos sociales afectados.  Por lo tanto, dicho monto no ha de interpretarse ni como los recursos que el estado u otros órdenes de gobierno tienen que compensar, ni como cifras indicativas para el acceso a los fondos que el país ha dispuesto para atención de desastres como FONDEN, FAPRAC u otros.

 

Conclusión

Más allá de los montos económicos anotados y las dudas que surgen respecto a la dinámica de recuperación en los estratos más vulnerables (que sí requerirán de apoyos continuados de los distintos órdenes de gobierno), el desastre ocurrido en octubre-noviembre de 2007 plantea una compleja problemática para hacer frente y reducir el riesgo severamente incrementado por el evento.

Resulta de importancia anotar que el desastre ocasionado por las lluvias extraordinarias es resultante de la exposición incrementada a amenazas por procesos de variabilidad y cambio climático; de una vulnerabilidad construida a lo largo de muchos años, y de los efectos de cuencas intervenidas y no intervenidas tanto en el estado de Tabasco como de una zona más amplia del sureste del país. Tal vulnerabilidad si bien tiene una causalidad asociada a fenómenos climáticos y físicos deriva de manera directa en daños distintos y no necesariamente relacionados causalmente.

 

Opinión

Diversos estudios económicos muestran que actuar preventivamente, aun con incertidumbre, es mejor que responder a la emergencia o apostarle a la resiliencia y a la recuperación. Si se invierte un peso en prevención, se ahorran al menos 10 pesos en la recuperación del desastre. El reto es saber cómo manejar el riesgo, lo cual requerirá pasar a otro nivel de toma de decisiones y planeación.

El 2020 será de ingratos recuerdos por el covid-19, pero también puede ser un año de verdadero cambio en muchos sectores de la vida del país. Esperemos que la gestión de riesgo de desastre nos permita dar mejores noticias en el futuro. El clima no es un peligro cuando se aprende a construir sociedades, regiones o sectores menos vulnerables. La solución para Tabasco, y para muchas otras zonas del país, deberá incluir la idea de riesgo para dejar de culpar a la naturaleza de nuestros errores.

 

Bibliografía

Blog: Los perjuicios de la ignorancia y la publicación Peligros y Riesgos por Fenómenos naturales

Fenómenos perturbadores derivado de la Ley General de Protección Civil de los Estados Unidos Mexicanos, Capítulo I, Art. 2

Vídeo FENÓMENOS PERTURBADORES (Amenazas y Peligros)

Antecedentes Históricos de Protección Civil de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco


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